jueves, 26 de mayo de 2011

01 Introducción

Introducción a la Biblia Libro por Libro.

Un ilustrativa serie de resúmenes de cada uno de los libros y cartas que conforman el Antiguo y Nuevo Testamento, realizados por el Psicólogo Israel Alvarado E.

Con explicaciones sencillas así como contextos históricos, para que comprendas mejor el mensaje bíblico.


Introducción

La palabra Biblia se originó de la pronunciación en latín, de la expresión griega “ta biblía ta háguia” que quiere decir “los libros sagrados”, y que se menciona por primera vez en el libro deuterocanónico de primero de Macabeos 12:9. siendo biblia el plural de biblíon, que quiere decir papiro, rollo, o  libro. Se cree que esta palabra nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos, un importante mercado de papiros de la antigüedad.

Esta frase fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús para referirse al Tanáj o Antiguo Testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento así como los Evangelios y las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Para ese  entonces ya era común utilizar únicamente el primer sintagma, “ta biblía” , a manera de título.

Ya como un título, se empezó a utilizar en latín Biblia Sacra (los libros sagrados), sin un artículo ya que éste no existía en latín. Con el tiempo se popularizó el término La Sagrada Biblia, hasta que después con sólo usar la palabra Biblia, se entendía que se hablaba de  todo el conjunto de libros sagrados. A través del latín se derivó a la gran mayoría de las lenguas modernas.

La Biblia, y en particular el nuevo testamento,  ha sido traducido a más de 2.300 idiomas.

Para los verdaderos cristianos, la Biblia es la única fuente de fe y doctrina. Fue por ello que en el siglo XVI la Reforma Protestante se guió bajo el estandarte  de: "la sola escritura", con lo que querían decir que solamente la Biblia puede ser considerada fuente de doctrina cristiana. Este énfasis fue recalcado porque para la Iglesia Católica Romana, además de la Biblia, también son fuente doctrinal “la tradición”, “las enseñanzas de los Padres de la Iglesia” (discípulos de los Apóstoles), y “las decisiones emanadas de Concilios”. Y el colmo fue cuando instauraron el “Dogma de la Infalibilidad Papal”, de esta forma, para la Iglesia Católica Romana, como el Papa es perfecto y no se equivoca, su palabra tiene el mismo peso que la Biblia. O sea, para ellos la palabra de un hombre es igual a la de Dios. ¿Será esto Posible?

Las Iglesias Evangélicas o Protestantes siempre hemos rechazado estas creencias romanas y consideramos como cabeza única de la iglesia a Jesucristo. Sin embargo la tentación siempre ha estado merodeando y en algunas congregaciones, se comienzan a practicar doctrinas que no tienen nada que ver con el mensaje bíblico. Por eso considero de suma importancia el adecuado y constante estudio de la Biblia.

Hubo un tiempo en que la Biblia no era un libro para todos, solo tenían derecho a ella los líderes de la iglesia católica romana. Gracias a la Reforma Protestante en el siglo XVI, y en fechas más recientes al intenso trabajo de las sociedades bíblicas, hoy cualquier persona puede comprar o incluso recibir gratis una Biblia en su idioma.

Sin embargo, muy pocos pueden decir que son dueños de su Biblia, pues para realmente poder serlo, tenemos que pagar un precio mucho mayor que el económico. El verdadero precio de la Biblia es la entrega creciente y constante del cristiano, expresada a través de la lectura, meditación, reflexión y aplicación de su mensaje, solo así podemos decirnos dueños de una Biblia.

La serie “Introducción a la Biblia Libro por Libro”, es una ayuda para que conozcas un poco de las inmensas riquezas que la palabra de Dios tiene para ti, si la lees.

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