Por: Israel Alvarado E.
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. Mateo 6:34
Una de las cosas sobre las que más advierte el Señor Jesús a sus discípulos es el tener cuidado con: las preocupaciones, el ansia y la inseguridad que trae el tener fija la mirada solo en las cosas materiales.
Es común que el pobre caiga en la tentación de angustiarse por lo que no tiene, tanto como el rico se afana por no perder lo que tiene.
Debemos aprender a despreocuparnos por las cosas, ahora, esto no quiere decir que viviremos una vida irresponsable y negligente. La clave está en la frase final del versículo, “Basta a cada día su propio mal”.
Ocúpate de las cosas que puedes hacer. Date cuenta cuáles son tus prioridades. Enfócate en mejorar tu relación con Dios. Aprende a confiar en Él y deja todos tus planes en sus manos.
Te aseguro que Él mejor que nadie, sabe que es lo que tú necesitas.
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